Vivir en los albores de la sociedad 2.0

Creo que estaremos casi todos de acuerdo en que los seres humanos tendemos a acomodarnos en nuestras costumbres, lo cual tiene como consecuencia en muchos casos un rechazo al cambio, salvo en las ocasiones en las que no queda otra salida. Y esto es lo que parece estar sucediendo en nuestros días, que son muchos los que a pesar de que tenemos pruebas más que suficientes de que vamos hacia una sociedad donde el principal motor será la comunicación y la facilidad para entrar en contacto entre nosotros, ponen todos sus esfuerzos en ignorarlo y continuar como si todo continuase igual. Es decir, todos sabemos que debemos subirnos al barco ya que de quedarnos, el mundo tal y como lo conocemos hasta el momento, se derrumbará bajo nuestros pies y de todos modos, existe gente convencida de que todo va a seguir igual y lo que es peor, empeñados en convencer a los que están a su alrededor de que se queden, que son unos “temblorcillos” sin importancia, que enseguida van a parar.

A esto se le suma la situación actual en nuestro país, ya comentada en la entrada anterior, donde existe un “exceso” de mano de obra cualificada a la cual se deja escapar porque por un lado: están convencidos de que volverán y por el otro existe la creencia de que no son necesarios en este momento. A esto se le suma que cuando se les necesita son tratados casi que con desprecio.

Y yo me hago la siguiente pregunta: ¿Debemos quedarnos e intentar convencer a los 460032126_5968163280_oempresaurios de que debemos ponerle remedio a esto cuanto antes o marcharnos y esperar a que este “cambio climático” se los lleve por delante? Ciertamente ninguna de las dos opciones parece solucionar el problema con rapidez y que ambas van a suponer en mayor o menor medida una larga travesía por el desierto que nos dejará exhaustos. Sin embargo la opción que parece más lógica es la primera y ya que no podemos tomar las riendas de la situación, por lo menos tomar las riendas de la comunicación de esta nueva realidad irreversible que nos acecha, a aquellos que están empeñados en no subirse al barco y quedarse en lo que para ellos es «tierra firme». Soy consciente, de que muchos van a preferir la segunda opción y esperar a ese “cambio climático”, ya sea por porque no ven avances mediante la comunicación o simplemente porque no tienen posibilidad para continuar por la primera senda.

Y es que nadie dijo que fuese fácil, pero no por ello debemos cejar en el empeño de seguir peleando por una sociedad 2.0, que puede traernos alguna cosa perjudicial, pero que se perderá en el mar de beneficios que nos aportará a todos, tanto a nivel personal como profesional.

En conclusión, para mí es evidente que solo existe una salida, pero que nos llevará a una nueva realidad llena de oportunidades, y debemos tomar esa salida cuanto antes.

Imagen: nicholaslaughlin via Compfight cc

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2 respuestas a Vivir en los albores de la sociedad 2.0

  1. Ergo dijo:

    Excelente articulo con el que coincido plenamente. Aunque la primera opción sea la más «socialmente» responsable, la segunda es la más «individualmente» práctica, por lo que mucho me temo que sea la más usada.

    • Gracias por tu comentario. Ciertamente va a depender de la paciencia y sobre todo de los recursos que cada persona tenga para quedarse aquí, pero todo parece indicar que la gente está bastante cansada de la situación actual en general.

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